Comenzamos nuestro recorrido “El Acueducto de fin a principio” en la Plaza de la Artillería. Y aquí estoy yo, con la loba capitalina (regalo de Roma a Segovia en el bimilenario de su Acueducto en MCMLXXVII, o, lo que es lo mismo, hora de recordar los número romanos[2]) y el Acueducto al fondo. |
G&G: Si por algo destaca Segovia es por ser la capital del cochinillo, ese alimento completo que tanto nos gusta. En esta primera toma de contacto dimos un paseo por la zona centro en busca de un precio económico (una amiga de Carol había estado hacía poco y nos dio algunas pistas poco concluyentes sobre un sitio decente). Finalmente, y tras comprobar que el precio del menú está pactado en todos los restaurantes (20-25€), entramos en el Restaurante San Miguel, situado en la calle Infanta Isabel. Allí tomamos sopa castellana y cochinillo (babas) a 20€/persona. Por supuesto todo riquísimo, aunque el cochinillo un poco seco para mi gusto. |
El Claustro gótico de la catedral antigua. Fue trasladado desde su anterior ubicación, al lado del Alcázar, tras la destrucción de la antigua edificación en la Guerra de las Comunidades. El recinto está bien conservado y es una gozada dar un paseo al aire libre por su jardín, admirar su pozo o sentarse a escuchar el canto de los pájaros[5]. |
Para terminar la tarde, y antes de ir a cenar (el cochinillo de la mañana ya había dejado de moverse), nada mejor que una buena pinta de Guinness en la taberna Canavan’s, el único vestigio celta que logramos encontrar en Segovia.
La cena había sido abundante y, para terminar el día, dimos una vuelta por la nocturna Segovia en busca de nuevos matices, de nuevos colores de piedra y neón, de... del negro sobre fondo negro, ya que la mayoría de los monumentos están sin iluminación y lo más que uno puede hacer es mirar por donde pisa. Moraleja: en las piedras por el día, “on the rocks” por la noche.
Día 1 (13/05/09) | Segovia (CINEMA2) | Día 3 (15/05/09) |
[1] Visto en Plataforma Arquitectura, una interesante web sobre construcciones de hoy en día, tan raras y sorprendentes como las de antaño. Para los que se están haciendo la pregunta: sí, la ilustración está sacada de “La Hoz de Oro”.
[2] ¿De verdad esperabais ver aquí los número romanos? No hombre, no voy a ponerlo todo tan fácil.
[3] Cada cambio de dirección del Acueducto da lugar a un nuevo tramo: en la imagen estamos contemplando el quiebro entre el tercero y el cuarto.
[4] Aquí los locales compran pan, zapatos, ropa, pescado,... esas cosas prohibidas en las zonas turísticas del centro de la ciudad.
[5] Sin duda esta sensación que nos embarga en los claustros es debida al recuerdo genético de una época mejor como monjes. Había que rezar, sí, pero la cerveza de abadía, los cochinillos y la pachorra diaria pesan bastante en cualquier lista de “pros”.
[6] Dejemos los saltos temporales y las paradojas de continuidad para nuestro amigo Faraday.
1 comentario:
Me parece increible que mis indicaciones te parecieran poco concluyentes...el tradicional "en una calle en cuesta de la Plaza Mayor" es totalmente concluyente,calle que suba o baje,no otra :P jajajaajaj reconocelo,no miraste todas las calles xq estabas ansioso por comerte a Cochi...
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