14/10/09

NOTTINGHAM


Galaxy Interactions and Mergers
4-15 de julio 2007, Nottingham


De nuevo un congreso en tierras extranjeras. Y no solo eso. Esta vez, además de charlas, posters e interacción profesional, tuve la suerte de quedarme una semana más en Nottingham para colaborar con un investigador del Departamento de Astronomía de la University of Nottingham[1].

Tras una inesperada noche en Londres, llegué a Nottingham en el primer tren de la mañana. La ciudad es bastante pequeña, un sitio ideal para vivir pero menos agraciado para visitar: un día es suficiente para ver todo los monumentos importantes y con dos ya la conoces como la palma de tu mano. Puesto que pasé once días allí, he realizado una cuidada selección y he condensado lo mejor de lo mejor de Nottingham en un sólo itinerario.

Comenzamos nuestra visita en Old Market Square. Todo el mundo se encuentra con sus amigos aquí, especialmente en los leones del Council House (para entendernos: el ayuntamiento de la foto). Es un sitio ideal para sentarse y ver la diversidad de los nottingeños[2], admirar sus jóvenes féminas y extrañarse ante los acosadores de sus jóvenes féminas. También se realizar espectáculos y conciertos de forma regular, haciendo de esta plaza el centro neurálgico de Nottingham. Al principio de la plaza se encuentra el The Bell Inn, uno de los pubs de obligada visita en la ciudad.
Avanzamos detrás de alguna jovenzu... digo, hacia la derecha por King Steet. en dirección a Upper Parlament. Aquí nos encontramos con el Hard Rock cafe más elegante que he visto nunca[3] (izquierda), con casitas de época, con pubs y restaurantes y con algún Theatre Royal que otro (abajo).
Empezamos la velada con algo de música y cerveza a granel. Tras eso, y ya con el punto, nos acercamos al teatro a liarla en la obra aleatoria en cartel. Sin duda el orden inverso es mucho más cívico, pero los periódicos locales agradecerán cualquier noticia que podamos proporcionales.

Continuando nuestra travesía hacia el norte alcanzamos el Arkwright Building, perteneciente a la Nottingham Trent University[4]. Como curiosidad la mayor parte del edificio fue restaurada tras la Segunda Guerra Mundial: los alemanes hicieron blanco en uno de sus rutinarios bombardeos sobre tierras inglesas.
La cultura está muy bien, pero nuestra siguiente parada es algo más capitalista: la zona de Victoria Market. Allí tenemos tiendas a granel, la conexión con la Victoria Bus Station[5] y la Clock Tower, último vestigio de la antigua Victoria Railway Station. La estación fue demolida en 1967. Los lúcidos dirigentes, en lugar de aprovechar las infraestructuras existentes, desplazaron la estación hacia las afueras y proyectaron el actual (y horrendo) centro comercial.
Nuestro paseo continúa por zona residencial, de casas bajas y calles estrechas. Y llegamos a dos iglesias que son como la noche y el día: primero nos encontramos con la Church of St. Mary the Virgin, la más antigua de la ciudad. Es de porte firme y, por desgracia, estaba cerrada la veces que pasé cerca. Sin duda una institución casta y respetable como la luz del día que se involucra en las necesidades de su comunidad ¿podéis escuchar la música de arpas?.
¿Eres de los que te gusta blasfemar y echan humo cuando pisan terreno sacro? ¡Pues esta es tu iglesia! La antigua Unitarian Church es ahora el bar/restaurante Pitcher & Piano. Al fin podrás pasear por la casa de Dios con una cerveza en la mano. Quizá esto es el futuro y pronto podremos ver un partido de fútbol en el Colosseo Arena di Roma, tomar la comunión con un wopper en la Burger King Cathedral o jugar a las tragaperras en el Keops’ Piramid Great Casino.
Tras nuestra sacrílego trago, llegamos a la principal zona consumista de Nottingham. Esta zona sufre una radical transformación los sábados por la mañana, momento en el que todos los nottingeños salen de sus casas/pubs y abarrotan las calles de este comercial barrio. Si lo visitáis en cualquier otro momento, el vacío se extenderá a vuestro alrededor. Callejeando entre tienda y tienda nos encontraremos con St. Peter’s Church, una iglesia del 1066 que ahora se encuentra fuera de lugar.
Nuestra siguiente parada es el primer pub de Inglaterra (1189 o al, menos, eso dicen ellos), Ye Olde Trip to Jerusalem. Aquí podemos disfrutar, tanto en su interior como en su exterior, de una más que merecida pinta ¡que llevamos todo el día caminando!
Cuando uno escucha la palabra "Nottingham" rapidamente llega, por asociación de ideas, a la palabra "Sheriff". Y es que el Sheriff de Nottingham y el rey Juan sin Tierra fueron los malos malisimos contra los que luchó Robin Hood, un tipo con un arco y medias verdes que cometía fechorías contra los ricos para dárselo a los más necesitados (entre los que supongo que se encontraría él) en el cercano bosque de Sherwood.

Sin embargo, esta imagen idealizada que siempre se nos presenta en los libros y en el cine poco tiene que ver con la realidad[6]: no vivía en el bosque de Sherwood, sino en Barnsdale, más al norte; y no lucho en época del rey Juan sin Tierra (1199-1216), sino en la de Eduardo II (1284-1327). El personaje que conocemos actualmente aparece en la obra "Ivanhoe" en 1819, lo que explica que en Nottingham de Robin Hood solo haya una estatua conmemorativa junto al Nottingham Castle[7]. Si es que a los turistas hay que darles lo que quieren y, como tal, yo no podía quedarme sin la foto de rigor.

En el apartado de eventos, sin embargo, hay dos fechas anuales clave: el Robin Hood Festival (agosto), en el cual el bosque de Sherwood se llena de disfraces, justas y momentos medievales; y el Robin Hood Pageant[8] (octubre), en el cual el castillo de Nottingham se llena de disfraces, justas y momentos medievales. Original, ¿verdad?

Y ya que andamos por el Nottingham Castle... ¿le echamos un vistazo?

La Castel Gatehouse nos da la bienvenida al módico precio de 3.50 libras, aunque existen multitud de horarios y descuentos. Esta entrada fue totalmente restaurada, aunque partes de la entrada original, del 1250, aún son visibles.

Los jardines son un estupendo sitio para descansar y disfrutar del fresquito de Nottingham. En la estatua conmemorativa podemos ver a Albert Ball, piloto de aviación en la Primera Guerra Mundial, junto a una señora que susurra. A la derecha se distinguen los arreglos florales que adornan todo el recinto amurallado.

La subida al castillo está custodiada por la mítica Drunk Lion Statue (la estatua del león borracho). Sus ojos fuera de las órbitas y su pose, con la garra levantada en posición “deposite aquí su pinta”, nos cuentan su historia: los caballeros de antaño, bebida en mano, llegaban al castillo tras una larga noche de contar batallitas. Sin embargo, a partir de aquí, la cerveza estaba prohibida y todos dejaban su pinta al león, de ahí su bien merecido sobrenombre de borracho[9].
Una vez depositada nuestra bebida, podemos disfrutar del castillo. En este caso, y por desgracia, de su versión moderna (construida en 1663 por gracia del Duque de Newcastle, William Cavendish). El castillo medieval fue destruido en 1651, tras casi 500 años de historia, y tan sólo quedan las murallas exteriores.
Dejamos atrás el castillo y nos dirigimos al final del trayecto: Saint Barnabas' Cathedral, inaugurada en 1844 y construida en estilo gótico “revival”. Primero el Renacimiento, luego el gótico “revival” y últimamente la moda de los 80... ¿Qué será lo próximo? ¿El regreso de las bragas-faja? Sinceramente, espero que no ¡que viva el C-string!

La catedral está justo en frente de mi hotel, así que yo me quedo aquí. Importante: este recorrido es fruto de varios días de recorrer Nottingham, así que los horarios pueden no ser óptimos. Esto se deja como ejercicio para el lector.
Para terminar, una última referencia fuera de ruta: la Goose Fair. Esta feria anual viene celebrándose en Nottigham desde hace más de 700 años. Actualmente se localiza en Forest Recreation Ground, a las afueras de la ciudad. En el momento de mi visita había algunas atracciones y un concierto, sin duda un adelanto a pequeña escala de lo que ocurre cada mes de octubre.


Y esto es todo amigos[10]. Mi despedida de Nottingham fue desde la estación de autobuses, rumbo a nuestro siguiente destino: Oxford.


[1] Un detalle curioso: el campus de la Universidad está a 3 km del centro de Nottingham. Para vosotros sin duda esto es intrascendente, pero para mi se tradujo en un bonito paseo matutino en el que pude disfrutar, casi todos los días, de la lluvia que incesantemente cae sobre Nottinghamshire en julio.

[2] O al menos éste es el gentilicio que a mi me gustaría tener si fuera de Nottingham.

[3] Hasta el 12 de noviembre de 2007, fecha en la cual este Hard Rock Cafe fue cerrado. El edificio, aún igual de elegante, es el Prudential Building.

[4] No confundir con la University of Nottingham, sobre todo en lo referente a su localización: céntrica vs anticéntrica (si alguna vez llegaran a tocarse se aniquilarían en una explosión de energía y radiación).

[5] Algo muy útil para pasar la espera del autobús entretenido mirando escaparates o tomando un café. Siempre y cuando tu autobús no salga en domingo... como fue mi caso, por supuesto.

[6] Por si hay alguna queja el respecto, toda la información ha sido sacada del reportaje “Robin Hood, forajido de leyenda”, Historia National Geographic, Número 50, página 16.

[7] Hasta este verano existía también Tales of Robin Hood, una tienda/museo donde comprar/conocer más sobre nuestro héroe de mayas verdes y tenso arco. Con el recinto cerrado, ya sólo nos queda la World Wide Robin Hood Society.

[8] Reconozco que desconocía el significado de la palabra “pageant”. Para aquellos como yo, quiere decir “espectáculo histórico al aire libre”. Sin duda el concepto se amolda bastante bien al evento.

[9] Momento “INVENTORL” al más puro estilo Miguel de la Quadra-Salcedo presentando Muchachada Nui.

[10] Saludos especiales para los nottingeños Alfonso, quien fue parte de mi tribunal de tesis, y Fernando, compañero de congresos y cervezas por el mundo.

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