7/3/07

PARIS, DIA 4 (05/11/2006)

Atardeceres color sepia. Homenaje a los minutos que se escapan.

Domingo por la mañana y poco que hacer. El día se escapó de forma incomprensible entre comida, café, charla y charla.
Como buenos estudiantes tomamos el “brunch”[1] a última hora y a precio competente en el Centro Jean-Sarrailh de la Universidad de París. Realmente no sabría decir en que parte de la ciudad estábamos, pero si que cerca se encontraba un bonito parque con sus típicos colores otoñales de temporada.


Tras recuperar fuerzas María y yo pasamos la tarde de paseo por la orilla del Sena y comprando los recuerdos pertinentes en los puestos pertinentes. Durante el paseo atravesamos el Pont des Arts, uno de los más emblemáticos de la ciudad. Fue el primer puente de hierro que se construyó en París, allá por el 1803, y conecta el museo del Louvre con el Institut de France. También es conocido por aparecer en películas y libros, como “Rayuela”, de Julio Cortázar, uno de los libros preferidos de María: de ahí gran parte de la emoción de visitar este puente[2].


Al atravesar el Pont des Arts se disfruta de una magnífica vista de la Íle de la Cité, una de las dos islas que hay en el Sena en su paso por París. A esta hora ya empezaba a anochecer y la ciudad, de piedra e historia, se tiñe de sepia, dándole a la tarde un toque mágico. Valga como ejemplo la majestuosa imagen de Notre Dame en esta fantástica (y muy muy fría) tarde.
Al caer el Sol el frío y la ciudad invitan a resguardarse en los cafés parisinos. Esta sencilla acción nos cuesta la mitad de la tarde, y la otra mitad la pasamos en la Casa de España, una residencia de estudiantes en el sur de París donde se encontraba Carla (reverencia) por razones lectivas[3].



La noche no da para mucho, por que da igual donde estés y como de añeja sea la ciudad que visites: un domingo es un domingo y el cuerpo lo sabe, pidiendo su merecida ración de pasotismo. Mañana será lunes, y llega el momento esperado...


[1]El "brunch" es la forma pija y superclase de llamar a esa comida que se sitúa entre el desayuno y la comida. En España lo llamamos "Hora del Bocadillo" y los Hobbits lo llaman "Segundo Desayuno".

[2]La ecuación es sencilla: María está muy emocionada por ver el puente, Carlos no tenía ni idea de su existencia. Por tanto, en media, ambos estamos ligeramente emocionados.

[3]En esta media tarde disfrutamos de una cena en francés, un concierto de piano improvisado y una muy grata compañia. Así da gusto dejar que se escapen los minutos.

2 comentarios:

Kaoru Chan dijo...

Ainss Trimuuu!!
Que fotos más gonitas has dejado, la primera me ha encantado y las otras con vista a la cuidad y a los monumentos estan preciosisisisisimas!! Me he enamorado de Paris :fan: ahora solo me falta encontrar a un Parisino buenorro que me invite a conocer las bondades de tan magnifica cuidad xB~~~

Gracias por seguir compartiendo -y dando envidia- tus aventuras :emotidelocatirandosedelospelos:

¡¡ Estaré atenta para continuar leyendo!!

Besitus y un juerte abrazo-saca-eructos desde estas lejanas y calientes tierras ^________________^

Arrikitukis dijo...

hala!!!!!!!!! yo he tenido la misma idea miles de veces!!! y nunca me he puesto a ello! :(

Ojala lo actualices mucho, estas cosas son muy interesantes :D